LA RAYUELA
La rayuela es un juego de iniciación infantil, que representa el conocimiento de uno mismo, de donde provienen el juego del laberinto, la petanca y el juego de la oca.
Hay diferentes formas de pintarla en el suelo, pero la más común es esta: Se pinta, normalmente con una tiza, un cuadrado en el suelo, con el número 1 dentro, luego otro cuadrado con el dos , otro con el tres , intentando que sean más o menos iguales. En el cuarto piso de la rayuela se pintan dos casillas, una con el número cuatro y a su lado otra con el cinco. La casilla superior la ocupa el 6 y las dos últimas son también casillas dobles con los números siete y ocho. Luego otro piso con una sola casilla con el número 9. A continuación se dibujará una casilla con el número diez. Este juego se inventó en México, se tienen evidencias prehispánicas que los Mayas ya jugaban algo parecido.
El juego comienza tirando una piedra pequeña (también llamada tejo) en el cuadrado número 1, intentando que la piedra caiga dentro del cuadrado sin tocar las rayas externas. Se comienza a recorrer la rayuela sin pisar las rayas, guardando el equilibrio hasta que se llega al cuarto piso donde hay dos casillas y podemos apoyar los dos pies (uno en el 4 y otro en el 5). Seguimos al número 6 a pata coja y nuevamente, apoyamos los dos pies, uno en el 7 y el otro en el 8. Ahora hay que volver al número 1, dando la media vuelta de un salto, (siempre sin pisar las rayas) y deshacer el mismo camino hasta el número 1 donde nos agacharemos a por la piedra sin apoyar el otro pie.
Si no hemos pisado raya continuamos el juego, ahora tirando la piedra en la casilla número 2 y repitiendo lo mismo. Si la piedra no cayera dentro de la casilla número 2 o tocara raya, pasaría el turno al siguiente jugador. El objetivo es tirar la piedra en todas las casillas sucesivamente. Quien acabe antes, gana.
Este juego ayuda a que los niños desarrollen la coordinación viso-motora, la agilidad, el movimiento y la motricidad gruesa. Se cree que este juego se desarrolló en la Europa renacentista y que la temática está basada en el libro La divina comedia de Dante Alighieri, obra en la cual el personaje, cuando sale del Purgatorio y quiere alcanzar el Paraíso, tiene que atravesar una serie de nueve mundos hasta lograrlo. El jugador actúa a modo de ficha. Debe saltar de casilla en casilla, a la pata coja, empujando la piedra que se suponía representaba su alma. Partía de la Tierra para conseguir el Cielo (Urano), vigilando no caerse en el pozo o en el Infierno (Plutón) durante su recorrido. En ningún caso la piedra debía pararse sobre una línea, ya que, de la Tierra al Cielo, no hay fronteras ni zonas de demarcación, ni separaciones, ni descanso.
Cómo jugar a la Rayuela con los niños
1. Dibuja en el suelo, con una tiza, el diagrama para jugar a la rayuela, compuesto por cajas con números del 1 al 10. Puedas hacer las cajas de distintos tamaños según la edad del niño, y usar diferentes colores
2. Para empezar a jugar necesitamos una piedra plana. El niño debe situase detrás del primer número, con la piedra en la mano, y lanzarla. El cuadrado en el que caiga se denomina "casa" y no se puede pisar.
3. El niño comienza a recorrer el circuito saltando a la pata coja en los cuadrados, o con los dos pies si se trata de un cuadrado doble. El objetivo es pasar la piedra de cuadrado en cuadrado hasta llegar al 10 y volver a la casilla de salida.
4. Si el niño pierde el equilibrio o la piedra se sale del cuadrado, se pierde el turno y pasa al siguiente jugador. Se pueden añadir casillas u obstáculos para aumentar la dificultad del juego.
Utilizar : Una Tiza
Saber más
La rayuela es un juego tradicional conocido y jugado en la mayoría de países del mundo. Depende del lugar donde se juegue, pueden variar ligeramente las reglas y el nombre del juego. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana lo conocen con el nombre de Sambori, en la Garrotxa como Nonet, en el Ripollès lo llaman Palet y en las Islas Baleares, Xinga. En general, en catalán recibe el nombre de Xarranca. La Marelle se utiliza en Francia, Amarelinha en Brasil, Avió en Bolivia, Hopscotch en Inglaterra y Estados Unidos, etc.
Para empezar a jugar, se dibujan 8 cuadrados en el suelo. A veces, se dibujan también dos semicírculos: la Tierra (donde se empieza) y el Cielo. Dicen que este dibujo simboliza el recorrido de la vida desde su inicio hasta la llegada (su final).
La mecánica del juego es la siguiente: por turnos, se tira una piedra plana en la casilla que toca. Se empieza por la casilla 1 y se va subiendo sucesivamente hasta llegar a la 8. Es necesario que la piedra caiga dentro de la casilla, sin tocar las líneas. Entonces, se hace el recorrido de la siguiente manera: hay que pasar por todas las casillas, excepto por la que tiene la piedra (que se tiene que saltar), todo a la pata coja y sin pisar las líneas ni tocar el suelo con el otro pie.
Al llegar a las casillas en cruz, si ninguna de las dos tiene la piedra, puede ponerse un pie en cada una simultáneamente. Al llegar a las casillas 7 y 8 hay que girar, saltando 180º, y volver al principio. Cuando se está en la casilla anterior a la de la piedra, hay que agacharse y cogerla, y completar el recorrido de ida y vuelta. En el caso de disponer de la casilla “Cielo”, ¡allí se puede descansar!
Si se consigue hacer todo el recorrido sin fallar, se continúa tirando la piedra, ahora en la casilla número dos y así sucesivamente. Cuando no se acierta con la piedra en la casilla, o bien se pisa alguna línea o se toca el suelo con el otro pie, se pierde el turno y se pasa al siguiente jugador. Cuando se reanuda el juego, se hace desde la casilla donde se ha fallado, y así hasta conseguir completar todo el recorrido. Quien primero lo consiga, gana.
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